Paul y Ringo, lamentablemente, no pueden inventar a un George, ni a un John para volver. Gracias a Dios, nos queda Argoyas y una mínima posibilidad de conexión que se hizo realidad entre sus miembros. Obedeciendo a los ciclos de su naturaleza.
Los egos profundos no se unen ni tierra adentro. En cambio, los más sensibles advertirán que la creatividad, se poleniza. Imaginen abejas alrededor de argollas. Con las rayitas negras, y con las amarillas también. Argoyas volvió. Zumbando dulcemente al oído. Llamando picaramente nuestra atención para ponerla precisamente bajo un foco: su obra impecable.
Las libres asociaciones siguen libres. Pero muy alejadas de la realidad. Es que, tanto se dijo de la relación entre Kornilow, Torres y Bususcovich que esta nota podría titularse "sigan mamando", por el goce inmenso que provoca la novedad del reencuentro y el repudio hacia quienes intentaron ensuciarlos.
Cuando en conferencia se les preguntó a ellos al respecto, se hizo cargo Bususcovich, que tomó el micrófono y, organicamente, lo besó. Un genio.
Y esa misma genialidad es la que conduce la nueva labor artistica de Argoyas, llamada Bronco: The Best Of Argoyas, que además trae un vínculo (mudo) con el blog Acepto Acepto. ¡A disfrutarlo todos! quienes confiamos siempre en su talento y quienes desde el largo recorrido de sus declaraciones, hoy vuelven su mirada y se sacan el sombrero.
Samuel Sanhá.
Este es un fragmento de Bronco: The Best Of Argoyas. Para ver más clickee aquí.
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